15/12/08

lA pAz

Este fin de semana ha sido especialmente intenso, divertido y agotador! Hemos estado en La Paz de jueves a domingo aprovechando que Arturo tenía una reunión de trabajo y la cena de Navidad de la AECID. Pero qué bien nos lo hemos pasado por Dios!! La Paz es impresionante. Nunca antes me había impactado así una ciudad.

La Paz, bajando desde la ciudad de El Alto

Es como si de una enorme hoya se tratara, rodeada de montañas nevadas. Tiene una energía especial y aunque es pelín incómoda (todo cuesta p´arriba y cuesta p´abajo) no puedes evitar alucinar en colores con lo que esta ciudad te puede ofrecer. Eso sí, hemos acabado echos gofio, pues entre la marcha peluda y el "soroche" (mal de altura) el cuerpo y la cabeza acaban con una fatiga monumental... Curioso fenómeno el de la altura. Yo más chula que un 8 pensé que no me iba a afectar en absoluto. La primera media hora no sentí nada en absoluto. Pensé "buáh, tanto rollo con el soroche, que fragilona es la gente..." Pero de repente tenía que parar en medio de una conversación, sentada en el sofá, porque pareciera que estaba escalando el Teide del asfixiamiento. Es una sensación rara, de repente te falta un poco el aire y notas como se te acelera el corazón del esfuerzo. Cuando caminas es cuando más lo aprecias. Salimos del hotel pa´ dar un paseíto por la zona de Avaroa, y tras caminar 10 minutos sentíamos las piernas como si hubiéramos venido caminando atravesando Los Andes desde Cochabamba. Unas agujetas!! Claro, falta de oxígeno en los músculos = agujetas como un burro.


Escenas Urbanas


A base de matecito de coca todo el día. El fin de semana fue un no parar de acá para allá y aún así 1000 cositas quedaron en el tintero. Museos no visitamos ni uno. Eso si, bailamos como posesos, bebimos como rusos y nos reimos hasta jartarnos.

Eramos un grupillo gracioso formado por las cooperantes destinadas en Bolivia mas Arturillo y yo.

Cena de navidad

Interminables conversaciones sobre el mundo de la Cooperación, la vida en el país, la situación política, la nostalgia del terruño. El frío hizo su presencia, no me puedo imaginar como debe ser esta ciudad a 4000 metros de altura en invierno. Estamos en verano, y salíamos con paraguas (temporada de lluvia) jersey de lana y anorak. En invierno debe ser alucinante el peletazo. No en vano hacía tan solo un día había nevado en el Illimani!


El domingo antes de volver a Cocha hicimos una escapadita a Tiwanaku, un yacimiento a hora y media de la ciudad de El Alto. LA visita mereció la pena, aunque el frío era terribleb vimos un poquito de altiplano y algunas ruinas de la cultura Tiwanaku (anteriores a los Inkas). Aunque no demasiado bien conservadas en su mayoría, no carecían de interés. Un guía estuvo con nosotros 2 horitas recorriendo el yacimiento y explicándonos montón de cositas interesantes sobre esta cultura. Alucinantes los conocimientos astronómicos y agrícolas de esta civilización que se extendio por el oeste boliviano, El Perú y el norte de Chile. Los Inkas fueron posteriores en el tiempo, y la gran diferencia era por lo visto su carácer guerrero, frente al pacífico de los Tiwanaku. Otro rollo alucinante era la evidencia de contacto de estas culturas con asiáticos, chinos o japoneses. Se han encontrado cerámicas antropomorfas con estos rasgos, y también con rasgos europeos.


Área de expansión de la cultura Tiwanaku



Templete semisubterráneo

El pibe nos contaba que actualmente se continúan utilizando las ruinas (que son patrimonio de la Unesco) para la celebración de los solsticios por parte de las comunidades de la zona, y que viene gente también de otras partes del país. Debe ser mágico ver como los rayos del sol del día tal salen por tal sitio y rebotan en tal otro y darnos cuenta de como aquella gente tenía todo controladito.


Puerta del Sol

Nos fuimos de Tiwanaku con una lluvia torrencial mojándolo todo.

Un truco que nos enseñó el señor que nos llevó en Taxi: un poquito de champú en el cristal por dentro, extendido con un poco de papel higiénico y tachán!! No se te empañan los cristales.

2/12/08

Nostalgia

No puedo evitarlo, la siento y mucho. Siento nostalgia de todo y por todo. La mañana en concreto es el momento en el que me viene, me golpea, me aturde. Me deja medio boba, medio ciega, medio llorosa.. Nostálgica perdida.

Nostalgia de la isla, o mejor de las islas en plural, de todas y cada una, unas más que otras, también es cierto pero todas al fin y al cabo. Nostalgia de la isla y de lo que hace que una isla sea una isla; el mar, el océano circundante. Pozo sin fondo o con abismos donde te buscas y te encuentras.


También nostalgia de la naturaleza, de la naturaleza que aquí también existe por supuesto, pero a la que no me acerco desde mi llegada a este continente. La urbe es lo que hay ante mis ojos. La ciudad con todas sus cosas buenas y todas sus cosas malas. Como la vida. Pero yo añoro la tierra, el olor a lluvia, el cielo sin cables, las flores, las piedras. Porque Cochabamba vibra y tiene ritmo y energía y sobre todo es extraña y nueva ante mis ojos, pero es una ciudad.

Al ser mi viaje elegido y cariñosamente planificado y encontrarme así, de frente con la nostalgia... ¿cómo se sentirán las personas que tienen que irse, sin quererlo? Imagino mi nostalgia multiplicada por 1000 y me quedo sin aire.

Será el proceso de adapatación. Lógico. Ya se te pasa la euforia inicial, te vas acostumbrando. Y te acuerdas de lo que has dejado atrás. Del mar, del cielo, del olor a marisco en el aire, del olor a limpio tras la lluvia

del olor

del color


Entrada Universitaria




TINKU


MÁSCARA DE DIABLADA

CAPORALES



Segundo fin de semana en Cocha. Como dos "cochalas" más, como si lleváramos toda la vida viviendo aquí, nos disponemos a realizar las típicas tareas del fin de semana. Hacer la compra, hacer una comidita rica, pasear por la ciudad mientras nos comemos un helado...
Pero Cochabamba no es cualquier ciudad y Bolivia no es cualquier país. Aquí.... Aman el Folklore!!! Este sábado tuvo lugar un evento (les encanta la palabra evento) de gran envergadura. ¡La entrada universitaria! Se trata de un enoooorme pasacalles o desfile de grupos folklóricos únicamente pertenecientes a la Universidad. Se suelen agrupar por facultades y para hacernos una idea del calado social que tienen éstos grupos y la cantidad de gente que está metida en grupos folklóricos sólamente en la Universidad Mayor de San Simón entraron 46 grupos distintos ¡¡¡Se pasaron todo el día desfilando!!! Hay diversos ritmos y bailes, normalmente condicionados por la zona del país que representan: caporales, morenada, diablada, saya afro, chaqueños, tinku.. Empezaron bien prontito por la mañana, un poquillo apagados debido al calor y a que todavía el público era más bien escaso pero a medida que fue avanzando el día aquello fue c ogiendo color. La riqueza de los trajes es impresionante. Personalmente me encantan los trajes del Tinku, aunque aquí los favoritos, o mejor dicho las favoritas son las que bailan caporales, con sus falditas cortas.


TINKU

DIABLADA